Una aventura gastronómica no apta para cardíacos

¿A quién no le gustan las aventuras? Los viajeros vivimos de ellas, es nuestro pan de cada día, es más, me atrevería a decir que todo viajero empedernido sabe que cada viaje, aventura, experiencia y vivencia significa una nueva historia para ese libro llamado vida, un libro que solo se escribe una vez y, sobre todo, un libro en el que no se te permite borrar o arrancar una hoja en el proceso de redacción pero sí aprender de las experiencias y que cada capítulo sea una versión mejorada del anterior.

En la vuelta al mundo en un paladar me acompañaron a recorrer algunos de los rincones más fantásticos y deseados en el planeta tierra para descubrir manjares y grandes tesoros de la gastronomía mundial. Hoy quiero que alisten sus maletas, pasaportes y papilas gustativas para recorrer de nuevo el mundo, pero esta vez con paradas en lugares insólitos en donde conoceremos platillos estrafalarios, exóticos y fuera de lo común. Les aseguro que más de uno lo pensará dos veces antes de llevárselos a la boca. 3, 2, 1... Buen viento, buena mar y que empiece esta escalofriante aventura.

Cabeza de cocodrilo (Shanghái, China)

Nuestra primera parada es un país legendario lleno de soldados y samuráis, una potencia que no descansará por dominar el mundo. Por cierto, no se les haga extraño que volvamos a China más adelante en esta búsqueda de platillos exóticos, e incluso, que por Asia pasemos varias veces, pues me atrevería a decir que son de las gastronomías más arriesgadas y curiosas del mundo. Ya saben que muchos asiáticos no desperdician nada que se mueva y se pueda convertir en platillo.

En nuestro paso por China no visitaremos la muralla o los impresionantes soldados de terracota, sino la ciudad cosmopolita de Shanghái, lugar que me recuerda a los supersónicos por ser tan futurista y, en mi opinión, una de las ciudades con más estilo del mundo; el Nueva York asiático. Pero aquí no iremos solo por las compras o para ver sus rascacielos (entre los que les recomiendo la Perla del Oriente), sino para probar un exquisito platillo exótico: cabeza de cocodrilo en salsa agridulce. Imagínense un plato gourmet tan impresionante como la cabeza de un cocodrilo con la boca abierta, donde podrán ver expuesta la dentadura de este reptil. 

Los amantes de indiana Jones podrán vivir una aventura expedicionaria de lo más salvaje. ¿Tienen el todoterreno, la linterna y el mapa listos? Pues no se diga más, vayamos a nuestra siguiente parada. 

Cucaracha (Seúl, Corea del Sur)

Odiadas y temidas por muchos, pero, por paradójico que suene, amadas por otros (como todo en esta vida). En Seúl, la capital de Corea del Sur, no solo nos deslumbrará el desarrollo tecnológico y arquitectónico de esta gran ciudad -que a mi parecer avanza incluso a una velocidad más rápida que Tokio, otra de las grandes metrópolis en Asia-, sino que también lo hará su gastronomía. Lastimosamente, en esta parada no disfrutaremos de un barbeque típico coreano, pero sí descubriremos cómo lucir al igual de jóvenes y guapos que nuestra querida Amparo Grisales, y poder ser inmune a las arrugas, pues en esta tierra, encontraremos el secreto para la eterna juventud y les aseguro que no es agua de una fuente mágica. Muchos locales aseguran que el secreto es comer cucaracha, debido a todos los nutrientes y los beneficios que le generan al organismo. 

Tal como lo leen, este insecto se prepara pasándolo por la freidora 2 o 3 veces, no solo con la finalidad de que sea más crujiente, también es para que su sabor sea más suculento. Para mí fue algo fuerte y terroso parecido al del queso. ¿Se les antoja? 

Ratas (Bangkok, Tailandia)

Es imposible hablar de gastronomía exótica y no visitar Tailandia, un país que ofrece arquitectura, paisajes, danzas y lugares místicos, además de una gastronomía sólida como es la Thai. Pero muchos turistas visitan Bangkok no solo para realizarse el tan aclamado masaje tailandés, sino para las compras y, cómo no, si ofrece mercados callejeros en donde podrás conseguir todo lo que se te ocurra, no hay algo, ni marca, ni artículo que no podamos encontrar. De igual forma, los platillos que encontraremos son de los más extraños que quizás hayamos podido ver. En Bangkok probaremos a los ancestros de Mickey Mouse y Ratatouille. Así es, la rata asada es todo un manjar y su sabor es parecido al del pollo, pero un poco menos fuerte. 

Durante nuestra aventura en este país asiático nos percataremos de la importancia que tiene el preparar y desinfectar este animal con limón y ajo antes de ser consumido. Esto se hace por la cantidad de enfermedades infecciosas y parásitos que pueden llegar a tener estos roedores. ¡Yo sé! Así muchos estén pensando que ni locos probarían rata asada, pero déjenme decirles que es de los platillos más codiciados, consumidos y costosos de Tailandia. 

Chapulines - Grillos (Ciudad de México, México)

Así como en Colombia comemos hormigas culonas, en México son fieles y devotos al “Chapulín Colorado”, pues los chapulines o grillos son de los snacks más populares del país. México lindo y querido es nuestra siguiente parada, uno de los países más visitados por ser de los que alberga mayor riqueza cultural y gastronómica en Latinoamérica y quizá, del mundo.

Qué les parece si después de visitar los lugares esenciales y mágicos que tiene la capital de México, como el Castillo de Chapultepec, la Basílica de Guadalupe, El Zócalo y el Palacio de Bellas Artes, nos dirigimos hacía la casa de una de las mujeres más influyentes en el arte contemporáneo en México y Latinoamérica: el hogar de la mismísima Frida Kahlo. Este recinto ofrece una exposición muy completa de sus artículos personales y su historia. Para aquellos curiosos y fanáticos de la vida de esta musa del arte, su casa está ubicada en la zona de Coyoacán y es que ahí mismo, en donde se encuentra la Fuente de los Coyotes, podrán ser testigos de cientos de vendedores que ofrecen estos insectos, a los que los mexicanos denominan chapulines, como bocadillos o entremés. Estos son admirados por su canto, por ser fuente de proteína y por el sabor y textura que generan al probarlos; un sabor parecido al chicharrón pero con un toque ácido. Definitivamente, toda una experiencia para el paladar. 

Iguana (San Salvador, El Salvador)

Este destino es poco conocido e incluso tiene fama de inseguro por su pasado, pero déjenme decirles que El Salvador es un país que alberga grandes sorpresas, como volcanes que te permiten escalar hasta su cráter, además de poseer grandes ruinas arqueológicas y ciudades que aún faltan por descubrir de la civilización maya. Este país se gana día a día el respeto de los grandes surfistas internacionales por tener de las mejores playas para practicar este deporte. Pero no se preocupen porque El Salvador complace todos los gustos, hasta los gastronómicos, por eso, al sumergirnos entre las selvas tropicales de este país en Centroamérica, llegamos a la tierra de las pupusas y el frijol. Pero no los traje a El Salvador para que probaran el plato más popular del país, por eso amigos viajeros, en esta parada vamos a probar carne de iguana, o como la llaman aquí “gallina de palo”. Se puede preparar guisado o asado y al probar este platillo pude sorprenderme, pues realmente las apariencias engañan. La carne posee notoria frescura, muy buen sabor y, para sorpresa de muchos, una increíble textura; todo un manjar que alberga, no solo el Pulgarcito de América, sino otros lugares del mundo como Puerto Rico. 

Pincho de tarántula, escorpión y culebra (Siem Reap, Camboya)

Nuestra próxima parada es un lugar recóndito que fue el hogar de la civilización Jemer, una ciudad escondida en la selva y abrazada por las raíces de inmensos árboles. Camboya es un país ubicado en el Sudeste Asiático y es el lugar que alberga el majestuoso Angkor Wat, reconocido por ser el centro hinduista más grande del mundo y, en mi opinión, una de las arquitecturas más espectaculares que mis ojos hayan visto. Esta legendaria ciudad ha sido escenario de grandes películas, como Tomb Raider y Star Wars.

En nuestro paso por Camboya, y después de un gran día recorriendo la ciudad milenaria de Angkor Wat, es tiempo de visitar el mercadillo nocturno de Siem Reap y disfrutar de la mejor vida nocturna y de algunos manjares exóticos. Durante toda la noche en la calle de Pub Street -un lugar donde se podrán encontrar personas de todas las nacionalidades, bailando en un círculo, mezclas musicales a todo volumen-, podrán ver carritos típicos de comida, pero lo peculiar de estos carritos es que no venden ni helados, ni hamburguesas, ni mucho menos pizzas, sino pinchos de culebra, escorpión y tarántulas, platillos que han seducido hasta a la mismísima Angelina Jolie. 

¿A cuántos se les hizo agua a la boca? Eso pensé, estos pinchos fritos son crujientes y al probarlos podrán percibir un sabor parecido al del pollo o bacalao, la única diferencia es que con muchas más patitas y pelitos. ¡Buen Provecho! 

Carne de camello y ojo de oveja (Ulán Bator, Mongolia)

Estamos de vuelta en Asia, esta vez en el imperio mongol, una tierra virgen e inexplorada con superficie tres veces más grande que la ‘madre patria’: España. En esta excursión por Mongolia pasaremos por lugares apoteósicos, como el Desierto de Gobi, considerado el desierto más grande de Asia y el quinto más extenso del mundo. Pero también nos enfrentaremos a un reto de ‘valientes’, tal como se hacen llamar los mongoles, pues el nombre de su nación proviene de esa palabra.

Ahora mismo nos encontramos en un campamento típico rodeado de extensas praderas e interminables montañas, podemos divisar al fondo un indígena con una imponente águila en su hombro acercándose a nosotros para darnos la bienvenida al lugar. Inicia un espectáculo de lucha típica de mongoles y, mientras nos acoplamos al ambiente, nos acercan un platillo de carne de camello guisado, acompañado de una variedad de panes. A los pocos segundos acercan un jugo muy peculiar y oloroso, en el cual resulta que el ingrediente estrella es ojo de oveja. El indígena propietario del local nos explica que este jugo es quizás una de las bebidas más populares del país y que fue creado para curar la resaca o guayabo. Esta bebida extravagante la preparan mezclando zumo de tomate, vinagre y agregando el ingrediente principal: los ojos de oveja. 

Ahora que conocemos un secreto mongol, ¿por qué no brindamos por muchos más viajes y menos guayabos? ¡Salud!  

Ballena (Reykjavik, Islandia)

Les tengo que confesar la felicidad y emoción que me genera pronunciar la palabra Islandia, ya que nuestra última parada es en mi lugar favorito del mundo y me atrevería a afirmar, después de visitar todos los países del planeta, que es el lugar más hermoso que mis ojos han visto. Auroras boreales, cascadas, páramos, glaciares, lagunas cristalinas y termales rodeadas de paisajes que te dejan estupefacto. Definitivamente Islandia es uno de esos lugares que se deben visitar por lo menos una vez de la vida. Pero en esta visita no solo nos deleitaremos con la extraordinaria escenografía de Islandia, sino que haremos algo único en la vida. Quizá para muchos comer este plato pueda ser la mayor locura, pero en Islandia es muy popular encontrar carne de ballena en los menús de los restaurantes más reconocidos del país. 

Es impresionante ver la preparación a fuego lento de este excéntrico platillo que además viene acompañado de la piel del mamífero, pues aseguran que está cargada de vitaminas y nutrientes para el organismo. ¿Se pegarían el viaje para probar el plato más extraño del mundo? Para los arriesgados que respondieron que sí, solo les adelanto que a mí me supo a carne de becerro.

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Bueno, viajeros, éste fue un recorrido a prueba de fobias, un viaje de valientes y curiosos. Gracias por elegirme como su guía en esta aventura probando algunos de los platillos más extraños del planeta. ¿Sabían que las personas curiosas no se aburren nunca? Mis queridos viajeros, les puedo asegurar que es mejor vivir con un ¿te acuerdas? que con un ¿te imaginas? Hasta la próxima travesía.