Vevey, la ciudad del gran tenedor clavado en el lago Leman

Tras abandonar Estados Unidos, el gran actor y director de cine británico Charles Chaplin escogió este lugar para establecerse durante los últimos 25 años de su vida. Una escultura da fe de su estancia en Vevey, pequeña y encantadora ciudad de Suiza que disfruta de una ubicación bellísima entre las montañas y el lago Leman. 

A finales del siglo XIX, en la llamada Belle Époque, Vevey vivió un gran período de esplendor del que conserva muchas huellas y, especialmente, un toque coqueto y sofisticado. No nos extraña que este lugar fuera escogido muchos artistas y escritores como fuente de inspiración y lugar de disfrute.

La fusión entre la ciudad y el lago es perfecta. La llamada ‘balada de los poetas’ es un paseo ribereño salpicado de flores y bancos en los que reposar o contemplar el paisaje. En ellos están impresas frases o pequeñas historias relacionadas con la ciudad. Además, el lago Leman también nos ofrece la posibilidad de realizar excursiones en barcos de vapor a lugares tan interesantes como el castillo de Chillon, uno de los monumentos más visitados y emblemáticos del país. Esta espectacular fortaleza, austera y sólida, se remonta al siglo XII y se encuentra en el lago sobre un pequeño saliente de roca. Fue la residencia durante muchos años de los condes de Saboya.

Continuamos paseando por la orilla de este bello lago porque queremos contemplar uno de los monumentos más emblemáticos y curiosos de Vevey. Hablamos de un gran tenedor que aparece clavado en las aguas del lago Leman y que fue creado como homenaje a Alimentarium, el museo de la alimentación de la ciudad, en su décimo aniversario. Actualmente, el enorme tenedor, de 8 metros de altura, es uno de los puntos más fotografiados de la población.

El casco antiguo de Vevey también ofrece numerosos atractivos. Está lleno de vida, especialmente los martes y sábados de los meses cálidos, momentos en los que se monta su animado mercado. Monumentos históricos, museos, encantadoras calles empedradas, tiendas de artesanía, locales en los que degustar la gastronomía del lugar…

Pero en esta ciudad aún nos esperan muchas agradables sorpresas, como la iglesia de Saint Martin, pequeña, antigua y muy bonita, en la que destaca su magnífico órgano en el interior. O la iglesia ortodoxa rusa, otra bella construcción que no pasa desapercibida al visitante.

El suave clima de Vevey propicia la presencia de viñedos y de una tradición y cultura del vino que está presente en toda la ciudad. Los viñedos se instalan en terrazas que trepan por las laderas de la montaña. De hecho, esta ciudad suiza cuenta con una de las fiestas vinícolas más antiguas de Europa: el Festival de los Viticultores. La celebración nació a finales del siglo XVIII y está declarada Patrimonio Inmaterial Cultural por la UNESCO. Es un alegre y colorista homenaje al cultivo de la vid en el que participa toda la población. Lo curioso de esta fiesta es que se realiza una vez cada 20 años. Teniendo en cuenta que la última tuvo lugar el pasado 2019, aún nos toca esperar bastante para disfrutar de la siguiente.

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