Cerca de 200 millones de años contemplan a los paisajes y lugares que vamos a encontrar en nuestro camino por la Costa Jurásica inglesa, un lugar de increíble belleza bañado por las aguas del Canal de la Mancha que recibe su nombre debido a su larga historia geológica. Estamos listos para descubrir fascinantes formaciones rocosas, playas, fósiles, acantilados… Espacios naturales abrazados por la maresía.
La Costa Jurásica se encuentra al sur de Inglaterra. Es un territorio salpicado de pequeños y encantadores pueblos que se extiende entre los condados de Dorset y Devon y que ha sido declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. Son muchos los lugares que ofrece este punto del planeta, pero nosotros vamos a centrarnos en la exploración de aquellos ubicados en la región de Purbeck, en el sureste de Dorset.
Nuestro primer destino es la localidad de Swanage, un pequeño pueblo costero que invita al relax en sus playas, a descubrir su entorno caminando y a disfrutar de actividades en plena naturaleza. Además, el municipio cuenta con todo tipo de servicios y con un coqueto tren de vapor que ofrece trayectos llenos de encanto que nos harán sentirnos en otra época.
Junto a esta ciudad se encuentra uno de los lugares que hemos venido a buscar: las Old Harry Rocks –rocas del viejo Harry-. Son formaciones de piedra caliza blanca que brillan cuando sobre ellas caen los rayos del sol. Podemos llegar caminando u optar por acercarnos navegando en pequeños barcos. Sea cual sea la elección, el espectáculo nos resultará impresionante.
Otra de las sorpresas de la Costa Jurásica es la ensenada de Lulworth, una bonita cala de aguas increíblemente azules situada junto a una población del mismo nombre, un pequeño municipio muy pintoresco y tradicional.
Su bonita forma semicircular y sus acantilados alfombrados de musgo han convertido a Lulworth en uno de los lugares más populares del país. Encontrar pequeños fósiles escondidos entre las piedras de la playa es una de las actividades más habituales entre los bañistas de este trocito de paraíso.
A unos tres kilómetros de la ensenada Lulworth se encuentra uno de los paisajes más emblemáticos y fotografiados de la Costa Jurásica. Nos referimos a Durdle Door, un bellísimo arco natural de piedra caliza que se adentra en el mar y al que acompaña una pequeña playa de guijarros. Esta puerta natural se formó por los efectos de la erosión que durante mucho tiempo sufrieron las rocas debido a la marea constante, un hecho que nos muestra una vez más las maravillosas dotes artísticas que posee la naturaleza.
Estos son solo algunos de los mágicos lugares que posee la Costa Jurásica, un territorio que cubre más de 150 kilómetros repletos de maravillas naturales y parajes tan bellos que es imposible no emocionarse al contemplarlos.
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