Leshan, la ciudad en la que reposa el Buda sentado más alto del mundo

Nos acercamos a otro de esos destinos fascinantes que quedan anotados en la lista de deseos. Estamos en China, en la provincia de Sichuan, a algo más de 1.500 kilómetros al sur de Pekín, la capital del país.

La ciudad de Leshan es nuestro destino, una población que pasa sus días bajo la atenta mirada de una gran montaña sagrada de más de 3.000 metros de altura: el monte Emei, lugar de peregrinación de budistas procedentes de todos los rincones de China y espacio declarado Patrimonio Natural por la UNESCO. Pero, con permiso de este monte sagrado, en realidad hemos llegado hasta aquí para descubrir una gran estatua que reposa plácida desde hace cientos de años en la ladera de la colina Lingyun.

Se trata del Gran Buda de Leshan, una emblemática escultura considerada la mayor representación de un Buda sentado que existe en el mundo. Para hacernos una idea de la magnitud de la estatua, baste decir que tiene 71 metros de altura y casi 30 de ancho. Está tallada en la misma piedra arenisca del monte Lingyun y su historia se remonta al año 713. En aquel momento, un monje budista solicitó la construcción de la estatua con el fin de proteger a los pescadores de la zona, ya que el Buda Gigante se encuentra en la confluencia de tres ríos. 

Desde Leshan podemos llegar hasta la estatua en barco, una excursión realmente atractiva que nos ofrece una panorámica muy especial del entorno. También se accede por carretera a través de un itinerario que nos lleva hasta la cima de la colina. Sea cual sea la elección, la visión del Gran Buda no nos dejará indiferentes. Sus enormes dimensiones impactan y su rostro amable y bonachón nos conquistará al instante. La visita implica un subir y bajar constante de escaleras para apreciar todos los detalles.

Si procuramos terminar nuestro paseo por el gran monumento dirigiéndonos a la salida dispuesta más al sur, nos encontraremos con otra agradable sorpresa: el puente Haoshang, una encantadora construcción que juega con sus reflejos en el agua y que está rodeada de la frondosa vegetación del parque que acoge al Gran Buda.

El puente nos conecta con otro punto interesante del lugar: el templo Wuyou. Está a algo más de media hora a pie de la estatua y llegaremos hasta él atravesando un pequeño pueblo de pescadores. El templo, una construcción de la dinastía Tang, es un monasterio habitado por monjes que cuenta con increíbles salones y numerosas y coloristas estatuas budistas.

El Gran Buda de Leshan posee la declaración de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO y es uno de esos lugares fascinantes que se ha de visitar al menos una vez en la vida.

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