Nos acercamos a uno de los estados mexicanos más desconocidos. Aunque relativamente cercano a la capital, Ciudad de México, el estado de Hidalgo presenta lugares y paisajes realmente fascinantes. Este territorio encantador cuenta con pueblos mágicos, formaciones naturales increíbles y restos arqueológicos monumentales, una atractiva combinación que convive con tradiciones ancestrales que aún perduran en la actualidad.
Estamos listos para dar un pequeño paseo por tres de los tesoros del estado de Hidalgo: los prismas basálticos de Santa María Regla, los atlantes de Tula y el gran monumento de Cristo Rey en Pachuca, la ciudad más poblada del estado y su capital.
Atlantes de Tula
Al sur del estado de Hidalgo, a unos 70 kilómetros de Ciudad de México, se encuentra Tula de Allende, una ciudad monumental con un complejo arqueológico que guarda la herencia directa de la civilización tolteca. El conjunto incluye varios edificios, como una pirámide, un palacio, un altar principal… Pero, sin ninguna duda, los grandes protagonistas de este punto de Hidalgo son los cuatro gigantes de piedra, de cerca de 5 metros de altura, que nos observan con su imponente aspecto y su enigmática presencia.
Se cree que estas columnas con forma de guerreros sostenían el techo de un antiguo templo. Desde que fueron descubiertos a mediados del siglo XX se han convertido en el reclamo indiscutible de este fascinante yacimiento.
Prismas basálticos de Santa María Regla
Huasca de Ocampo es uno de los pueblos mágicos más importantes de esta parte de México. Conocida por el encanto de sus estrechas calles y por sus numerosos locales de artesanía popular, esta pintoresca población goza de un entorno repleto de paisajes espectaculares. En el bello entorno natural de Huasca existe un punto que llama especialmente la atención: los prismas basálticos. El lugar presenta enormes columnas de basalto que nos recuerdan a otra conocida formación geológica: la irlandesa Calzada de los Gigantes.
El enfriamiento lento de la lava que se produjo hace millones de años dio como resultado la formación de numerosas columnas verticales de hasta 40 metros de altura. Sobre esta maravilla natural, que adopta diferentes formas geométricas, caen cuatro cascadas que alcanzan su mayor punto de espectacularidad en época de lluvias.
Los prismas basálticos de Santa María Regla forman parte de un parque turístico que nos proporciona diversos servicios y actividades: cabañas, zona de acampada, recorridos con guía, etc.
Monumento de Cristo Rey en Pachuca
La capital del estado de Hidalgo, antigua tierra de chichimecas, es una ciudad estrechamente vinculada a la minería, algo que queda patente paseando por sus calles inclinadas y callejones repletos de antiguos edificios mineros. Uno de los puntos más atractivos de Pachuca se encuentra en lo alto de un cerro: el monumento de Cristo Rey, una figura que recuerda al Cristo del Corcovado brasileño, sin embargo, mientras éste último alza sus brazos, el de Pachuca los mantiene menos elevados.
Esta grandiosa escultura tiene 33 metros de altura, cifra que simboliza la edad en la que murió Cristo. Curiosamente, también este monumento tiene una estrecha relación con la minería. Según cuenta una leyenda, un grupo de mineros quedaron atrapados en una galería de la mina. Desde su desesperación, rezaron incansablemente al Cristo Rey pidiéndole ayuda: si les permitía salir a salvo de allí, harían una gran escultura en su honor. Y así fue. Tras salir de la mina iniciaron la construcción de la impactante imagen. El monumento es también un mirador que nos ofrece unas vistas increíbles de la ciudad y de su entorno.
Viajes y Lugares
Escribe tu comentario