La primera impresión, la inmediata sensación que nos produce contemplar esta ciudad es sentir que hemos retrocedido algunos siglos en el tiempo. La anacrónica belleza del lugar por el que paseamos nos deja sin palabras. Estamos en un rincón remoto de China, una población bañada por las calmadas aguas del río Tuo y considerada una de las ciudades más bellas y antiguas del país asiático.
Visitamos la vetusta y pequeña población de Fenghuang, en la provincia de Hunan, un lugar que ha mantenido intacta la estructura y la imagen original de la dinastías Ming (siglo XIV) y Qing (siglo XVII), un espacio que nos recibe con su espíritu calmado, sin prisas, y nos invita a descubrir sus sencillas costumbres y tradiciones ancestrales.
Cuatro antiguas puertas nos dan acceso a Fenghuang, conocida como ‘la ciudad más bella de China’. Solo accedemos los peatones, los vehículos se quedan fuera, detalle que dota de mayor encanto al lugar. Algo que llama especialmente la atención es que la población nos ofrece una cara plácida y tranquila durante el día, pero cuando llega la noche sus viejos edificios se iluminan como señal de que ha dado comienzo la ajetreada vida nocturna.
Uno de los mayores atractivos de esta población de bellas calles empedradas son sus hermosas construcciones, más de 200 viviendas únicas en el mundo hechas de madera y sustentadas por largos pilotes sobre el río, altos y flexibles troncos que proporcionan a estas casas una imagen espectacular. Suelen tener dos o tres alturas y se encuentran en perfecto estado de conservación.
Existen varios puentes que conectan diferentes puntos de la población. Sin duda, el más espectacular es el puente Hong. Sin embargo, también existe otra curiosa manera de cruzar el Tuo de orilla a orilla mediante una serie de piedras alineadas sobre el río que funcionan a modo de pintoresco y rudimentario puente.
La pagoda Wanming es otro de los edificios de interés de la población. Se trata de una construcción vertical situada en el agua que ofrece una imagen realmente elegante.
Parece claro que el río Tuo es el alma de Fenghuang. Además de ser el motor económico de sus habitantes, también supone un gran atractivo para los visitantes de la ciudad. Es por ello que no podemos despedirnos de este punto de China sin lanzarnos a disfrutar de un plácido paseo en barca por sus aguas, una actividad que nos proporciona la posibilidad de admirar el entorno bello y montañoso de este lugar genuino y lleno de autenticidad.
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