Nos acercamos a una localidad de la provincia de Valencia, una población ubicada en la comarca de La Safor que ofrece una visita repleta de posibilidades: rico patrimonio, rutas históricas, senderismo y contacto con la naturaleza, tradición gastronómica, etc. Estamos en Simat de la Valldigna, una localidad que guarda una valiosa huella de su pasado que ahora, en el presente, es un lugar fascinante.
Nuestro destino es el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna, un espacio único en el que vamos a poner nuestra imaginación en modo 3D con el fin de ir dando forma y dibujando mentalmente sus edificios, muros y rincones para emocionarnos recreando esta valiosa referencia histórica y cultural.
Un ambiente especial nos acompaña en esta visita. Nos envuelve la esencia de antiguos monjes medievales, de sus costumbres y de su forma de vida. Este lugar por el que ahora paseamos forma parte de la Ruta de los Monasterios de Valencia y de la Ruta Europea de las Abadías Cistercienses, organismo creado por el Consejo de Europa para promover y preservar el legado histórico, cultural y arquitectónico de estas maravillas continentales.
El Real Monasterio fue fundado por el rey Jaime II El Justo en el año 1298 y a lo largo de su historia ha tenido abades tan destacados como el papa Alejandro VI y César de Borja, cuestión que nos indica que el lugar fue un importante centro de poder.
La mayor parte de la actividad del monasterio se daba en torno a la iglesia y el claustro, espacios especialmente transitados por los monjes cistercienses que lo habitaron hasta la primera mitad del siglo XIX, momento en el que fue vendido a particulares, circunstancia que se tradujo en una importante destrucción patrimonial. Incluso se llegó a desmontar el sobreclaustro para trasladarlo a Madrid, concretamente a Torrelodones, donde el Conde de las Almenas se estaba construyendo una lujosa residencia.
Ya en la década de los 90 del siglo pasado fue adquirido por el Gobierno Valenciano iniciándose la recuperación de las piezas extraídas y la restauración del conjunto, trabajos que tomaron fuerza especialmente a partir de 1998 coincidiendo con la declaración de Bien de Interés Cultural.
La restauración del Real Monasterio de Santa María de la Valldigna era un tema absolutamente necesario, ya que el conjunto también sufrió serios daños como consecuencia de dos terremotos, uno en el siglo XIV y otro posterior en el siglo XVII.
En la actualidad, este complejo monástico valenciano ofrece un paseo realmente interesante. Situado al pie de la Mola del Toro, en la Valldigna –valle digno-, sus huellas arquitectónicas nos hablan de cómo en su día el lugar se estructuró como una comunidad agrícola autosuficiente, en la que los edificios de carácter religioso y defensivo convivían con otros de índole más práctico, como bodegas, cocina o graneros. Es imposible recorrer todo el conjunto sin emocionarnos al pensar en la dilatada historia que encierra.
Autora de las imágenes: Mª José Montañana Cebriá
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