Uno de los manjares más exquisitos que nos ofrece el Mediterráneo a la altura de Málaga es el boquerón, que además de un delicioso producto del mar es también el mote cariñoso con el que se conoce a los malagueños. Precisamente, en la localidad de Rincón de la Victoria se acaba de realizar una fiesta en su honor, la del boquerón victoriano, que este año ha llegado a su decimosexta edición con un gran éxito de participación.
En estos días de festejo culinario en honor a este noble homenajeado, se realizan unas jornadas gastronómicas en la que reconocidos chefs locales organizan un showcooking abierto a todo aquel que quiera asistir en el patio del ayuntamiento de la localidad, en donde se ofrecen distintas formas de combinar este manjar de toda la vida con toques de alta cocina.
Como en toda fiesta que se precie, aquí la música también es protagonista. En una región dónde la música tradicional son los verdiales, suena con brillo propio este folclore típico malagueño, representante de la cultura local. Tan destacado es este ritmo tradicional que en la población de Benagalbón se acaba de celebrar el XXVI Concurso de Verdiales en el estilo de los Montes.
La Fiesta del boquerón victoriano reparte más de 1.000 kilos de este sabroso producto, fritos o en vinagre, y los asistentes los disfrutan aderezados con actuaciones musicales para todos los gustos y todos los públicos, incluidos los más pequeños.
Uno no es de donde nace, sino de donde vive. Soy un afortunado italo-argentino que vive en Málaga, en Rincón de la Victoria, y con orgullo me siento un boquerón más.
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