Cervená Lhota, el castillo rojo sobre la isla en el estanque

Nos dirigimos en un entorno idílico. Nuestro destino se encuentra al sur de Bohemia y es una parada indispensable y poco conocida en la República Checa. Buscamos un castillo de pequeñas dimensiones, especialmente si lo comparamos con los del resto del país. Sin embargo, su tamaño es un detalle menor que nos pasa desapercibido cuando nos dejamos fascinar por su encantadora imagen y su bonita ubicación.

Estamos en el castillo Cervená Lhota, a una hora y media de Praga por carretera, una pintoresca construcción con más de 600 años de historia que se encuentra sobre una pequeña isla en medio de un lago. Esta situación resulta tan atractiva que el castillo ha servido de escenario para diferentes películas, en su mayoría de sello checo.

Cervená significa ‘rojo’, algo que resulta evidente si echamos un vistazo al coqueto edificio. Sin embargo, su color original -y el que mantuvo hasta principios del siglo XVII- era el blanco. ¿Cuál fue el motivo de un cambio cromático tan radical? Existe una leyenda que responde a la pregunta. Nadie dice que sea cierta, pero le añade un toque de misterio a este lugar.

Se cuenta que una de las primeras residentes del castillo carecía totalmente de devoción e inclinación religiosa, por lo que el diablo decidió llevársela consigo al infierno. Antes de partir para el inframundo, el demonio pintó con sangre una cruz en la fachada del edificio, una marca que fue imposible hacer desaparecer. Se limpió una y otra vez, pero nada… La única manera de eliminarla fue pintar de rojo el resto del castillo, contundente y acertada solución que contribuyó a incrementar la belleza del lugar.

Cervená Lhota ha tenido diferentes propietarios en su más de medio milenio de vida, hasta que en 1945 fue adquirido por el estado, pasando a ser utilizado como sanatorio infantil. Poco después, bajo la gestión del Ministerio de Cultura, el castillo se abrió al público y se convirtió en uno de los espacios turísticos del país.

Este lugar invita a realizar diferentes actividades: desde salir a caminar por el jardín inglés y el extenso parque que posee el castillo, hasta animarse a dar un plácido paseo en barca por el lago. En los alrededores existen zonas habilitadas para dejar nuestro vehículo. Además, encontraremos algún restaurante por la zona. También el interior merece una visita. Muchas salas conservan un rico mobiliario bien conservado y los sótanos del edificio muestran una exposición de la historia del edificio y de sus diferentes propietarios.

Cervená Lhota ofrece una visita realmente interesante. Disfrutar de su bonito entorno, de los reflejos del edificio sobre las aguas del lago y de las actividades que proporciona nos asegura una jornada muy amena. En algunas ocasiones en el recinto del castillo se celebran eventos. Si estos son de carácter nocturno, es fascinante ver los senderos iluminados con velas mientras nos acompaña la música en directo que suele tocarse en el patio.

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