Estas líneas serán especialmente bien acogidas por los amantes de los grandes jardines, aficionados a esos espacios ajardinados que no escatiman en detalles y no se privan de ningún ornamento. Visitamos un buen ejemplo: el jardín de Stourhead. Nos encontramos en el sur de Inglaterra, en el condado de Wiltshire, una región con espíritu rural y uno de los territorios más bellos del país.
Los jardines de Stourhead fueron creados a mediados del siglo XVIII por un rico banquero inglés, Henry Hoare, apasionado de los grandes pintores de paisajes, que había adquirido numerosas obras de arte en Italia. Quizás estas magníficas pinturas fueron las que le sirvieron de inspiración para dar forma a su fascinante jardín.
Un bonito lago protagoniza el centro de este entramado de colores propiciados por la naturaleza, unas aguas que lanzan reflejos cuando las alcanza el sol y que se encuentran rodeadas de templos de estilo clásico que nos invitan a pensar que estamos en la Antigua Roma o en la Grecia Clásica: el Templo de Apolo, el Templo de la Flora, el Panteón…
Este último, el Panteón, está inspirado en el que se encuentra en la capital de Italia. Es un gran edificio, si lo comparamos con los otros que se encuentran en los jardines, y en su interior podemos ver estatuas dedicadas a deidades como Isis, Diana o Flora. Es, quizás, el edificio más emblemático de este jardín paisajístico reconocido mundialmente.
El Templo de Apolo se deja ver en un pequeño bosque que nace en la ladera de la colina. Tiene forma circular y está dedicado al dios que lleva su nombre.
Cuando descendemos de la ubicación del templo dedicado al hijo de Zeus nos encontramos con una de las imágenes más icónicas de los jardines de Stourhead: el bello puente palladiano, una construcción que se inspira en el estilo arquitectónico del italiano Andrea Palladio.
Puede que ambas imágenes, la del Templo de Apolo y la del puente, nos resulten familiares. El motivo es, sin duda, que estos espacios sirvieron de escenario a ciertos pasajes de una reconocida película: Orgullo y prejuicio, film basado en la novela de Jane Austen.
Pasear por este pequeño paraíso es un placer y recorrerlo puede llevarnos varias horas, ya que nos encontramos en una extensión de unos 11 kilómetros cuadrados. En nuestro camino vamos a disfrutar de muchas sorpresas. Una de ellas es una gruta artificial habitada por una ninfa y por una estatua dedicada al río que alimenta al lago: el Stour.
También nos encantará la imagen imponente de la casa señorial de Stourhead, el hogar de familia Hoare durante muchos años, construida en la primera mitad del siglo XVIII. Al recorrerla y descubrir sus bello y antiguo mobiliario, sus pinturas y los objetos de arte que conserva, nos hacemos una idea de cómo vivía la alta sociedad inglesa de la época.
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