Situado en el corazón de los Pirineos entre España y Francia, Andorra es uno de los países más pequeños de Europa. Dispone de un gran patrimonio, tanto artístico como cultural, y la combinación con su privilegiada ubicación convierte Andorra en uno de los destinos preferidos para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Además de la cultura románica, el arte contemporáneo, y su constante actividad comercial en continuo crecimiento.
Para aquellos que deseen una escapada romántica, unos días de actividades deportivas en montaña o busquen unas vacaciones en familia, gracias a los hoteles en Andorra la Vella, su capital, van a disfrutar de una experiencia inolvidable que se ajuste a sus necesidades con total seguridad. Rodeada de montañas y bosques y dadas sus reducidas dimensiones, Andorra la Vella se puede descubrir fácilmente a pie.
Para los amantes de la moda y las nuevas tendencias, un paseo por el boulevard comercial del centro de la capital les bastará para encontrar las nuevas tendencias de cada temporada a los precios más competitivos. Estos factores han contribuido a que Andorra sea considerada un referente internacional dada su tradición comercial mantenida durante décadas.
A nivel cultural, el arte románico está muy presente, siendo una de las formas de conocer el corazón y la historia del Principado. Un gran número de santuarios e iglesias repartidas por todo el territorio, como la Iglesia de Sant Climent de Pal o la Iglesia de Santa Coloma son una buena muestra de ello, el puente de Ordino sobre el Río Valira o el Santuario de Canòlich.
Paralelamente, Andorra se ha ido abriendo al arte contemporáneo en sus diversas facetas a partir de sus formas tradicionales de artesanía. La escultura está dejando una huella significativa y fácil de ver en el entorno natural y urbano del país. Algunas de sus formas más representativas son la escultura Noblesse du Temps de Salvador Dalí, la obra 7 Poetas de Jaume Plensa o Mobili de Miquel Barceló.
A nivel de bienestar y ocio, la oferta es muy variada y extensa. Desde una jornada de desconexión y relax en Caldea, el centro termal más grande del sur de Europa; pasando por una emocionante bajada por el Tobotronc en Naturlandia, el tobogán de naturaleza más largo del mundo, hasta un paseo nocturno bajo la luna en moto de nieve en las estaciones de esquí de Vallnord o Grandvalira.
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