Las vacaciones de verano ya están aquí. Toca decidir destino y encontrar un alojamiento perfecto para los más pequeños, quienes necesitan de un horario y unas dietas consistentes incluso durante las vacaciones.
Encontrar un alojamiento que se adapte a las necesidades de una familia puede parecer complicado. Sin embargo, a través de la colección “Alojamientos para familias” disponible en la plataforma Airbnb es posible identificar fácilmente anuncios de alojamientos equipados para este tipo de viajeros: con valoraciones excelentes, wifi, televisión y cocina.
Precisamente, este último es un elemento cada vez más indispensable a la hora de planificar el descanso estival. Tal y como explica Júlia Farré, dietista-nutricionista y especialista en educación nutricional con más diez años de experiencia, “las familias cada vez son más conscientes de la importancia de mantener una alimentación saludable incluso en vacaciones, y a través de Airbnb pueden asegurarse de que el que será su hogar durante el verano dispone de un espacio para cocinar, permitiéndoles mantener una dieta equilibrada, además de facilitar el ahorro e invitar a descubrir la gastronomía del lugar en primera persona”.
Júlia Farré, quien ha participado en un evento organizado por Airbnb, describe las ventajas de reservar un alojamiento con cocina durante las vacaciones, así como algunos consejos para sacarle el máximo provecho:
Adaptabilidad horaria: disponer de una cocina permite adaptar los horarios de las comidas a nuestras necesidades y mantener una rutina que los más pequeños agradecerán.
Dieta saludable: poder cocinar “en casa” en vacaciones nos permite tener un mayor control sobre la dieta y depender menos de los restaurantes -que, en ocasiones, pueden utilizar más sal y aceite en la elaboración de sus platos-. En el caso de alergias o intolerancias, nos permite estar tranquilos respecto a los ingredientes y procedimientos utilizados en la elaboración de cada plato.
Inmersión cultural en familia: es una oportunidad para que pequeños y mayores disfruten de la gastronomía local de una forma inmersiva. Una divertida salida al mercado, en la que ver ingredientes de colores, sabores y texturas “nuevas” para los más pequeños, puede convertirse en una clase de cocina al llegar a casa - ¡con degustación incluida!
Ahorro: disponer de cocina permite preparar “en casa” algunos tentempiés para tomar entre horas o, incluso, un pequeño picnic si va a realizarse una excursión de todo un día.
Planificación: es la opción perfecta para asegurar la variedad de nuestros menús. Los planificadores de menús en forma de calendario son muy útiles para organizar las comidas y tentempiés, así como para organizar en una sola lista todos los ingredientes necesarios. Truco: un trayecto en avión, tren, barco e incluso coche es un momento genial para consensuar los menús de las vacaciones, de forma que todos puedan dar su opinión.
Escribe tu comentario