Buscamos la belleza tranquila que nos regala una pequeña localidad medieval ubicada en la provincia italiana de Verona, a algo más de una hora de distancia por carretera de la ciudad de Romeo y Julieta. Nos mojamos los pies en el lago de Garda, mientras contemplamos la grandeza del monte Baldo. Entre ambos se encuentra Malcesine, nuestro destino.
Estamos rodeados de olivos, cuestión que nos garantiza una suculenta gastronomía regada con el mejor oro líquido. Con el apetito bien saciado estamos en disposición de descubrir las maravillas de este punto de Italia repleto de estrechas calles empedradas y pequeñas plazas con mucho encanto en las que callejear resulta un auténtico placer.
En esta pintoresca ciudad, de menos de 4.000 habitantes, todo gira en torno al castillo Scaligero, la gran fortaleza de Malcesine declarada Monumento Nacional en 1902. La construcción está muy bien conservada y es un edificio que acapara nuestra mirada con su imponente torre de más de 30 metros de altura. Desde lo alto obtenemos una increíble panorámica del lugar, pero es importante cerciorarse de que nuestro paso por la torre no coincide con el momento en el que repican las campanas, pues su sonido nos puede resultar ensordecedor.
En su interior nos encontramos con el interesante Museo de Historia Natural. Además, en el castillo existen importantes referencias a Goethe, detalle que nos hace preguntarnos qué vínculo existe entre el escritor, poeta, filósofo y dramaturgo alemán y Malcesine. Al parecer, en su viaje a Italia fue sorprendido por un fuerte golpe de viento en el lago de Garda. La dificultad para seguir navegando obligó al escritor a detenerse en la pequeña localidad italiana. Durante su estancia quedó fascinado con el lugar y plasmó en algunos dibujos escenas del lago y la fortaleza. Un pequeño busto del poeta nos recuerda su paso por la población.
Esta población italiana está llena de encantos y de lugares que delatan su historia. Uno de ellos es el Palacio de los Capitanes. Situado muy cerca del coqueto puerto, se trata de un edificio del siglo XV que en su día fue el hogar de las poderosas familias venecianas que dominaban la zona. Al igual que el castillo, también cuenta con la declaración de Monumento Nacional. Actualmente alberga la biblioteca municipal y es lugar de celebración de eventos culturales y exposiciones.
Malcesine también es un punto de Italia muy valorado por visitantes que buscan actividades y deportes en plena naturaleza. El lago es el lugar escogido por muchos para practicar windsurf, kitesurf o disfrutar de plácidos recorridos en barca.
También el monte Baldo es objetivo de los amantes de la naturaleza. Este imponente macizo montañoso, de unos 2.000 metros de altura, es especialmente apreciado por los amantes del ciclismo de montaña y los senderistas. También es habitual el vuelo en parapente. Desde Malcesine podemos ascender al monte a través de un espectacular trayecto en teleférico que nos lleva hasta la cumbre, lugar en el que nos espera un restaurante en el que poder hacer una pausa después de tantas emociones.
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