Killarney y su parque nacional, dos maravillas irlandesas

Además de una bonita ciudad irlandesa, Killarney es la puerta de entrada al primer parque nacional del país, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, un lugar que acoge a la montaña más alta de Irlanda. Estamos en el suroeste, en el condado de Kerry, dispuestos a descubrir los sorprendentes rincones que alberga este territorio de mil tonalidades verdes.

Antes de adentrarnos en esta fascinante reserva natural, queremos hacer una breve parada en Killarney, una ciudad que comenzó a conocerse como destino turístico tras la visita de la Reina Victoria a finales del siglo XIX. Desde aquel momento, esta población es un punto de atención de viajeros y turistas dispuestos a disfrutar en plena naturaleza después de dar un buen paseo por esta urbe llena de vida y posibilidades de ocio. 

Los cerca de 15.000 habitantes de Killarney están muy orgullosos de los encantos que rodean a la ciudad, pero también de su bonita catedral dedicada a Santa María, una de las construcciones religiosas más grandes de Irlanda y más emblemáticas del país, en la que destaca su elegante y alta aguja.

Estamos listos para disfrutar de un paseo al aire libre. Es momento de adentrarnos en el Parque Nacional de Killarney. Cascadas, bosques, lagos e impresionantes montañas nos esperan. 

El punto de partida para descubrir este territorio natural es también la primera sorpresa que vamos a encontrarnos: la Casa Muckross, una preciosa mansión victoriana situada en la orilla del lago Muckross. En esta bonita residencia, cuyo interior puede visitarse, destacan sus impecables jardines y su cercanía a la cascada de Torc, un refrescante salto de agua de unos 20 metros de altura.

La cascada Torc está especialmente bella tras la temporada de mayor intensidad de  lluvias. El lugar es ideal para realizar senderismo, actividades al aire libre o sencillamente recorrerlo en un paseo plácido. 

Las sorpresas no paran en Killarney. La que ahora nos deja fascinados es una antigua abadía abandonada e invadida por un curioso ambiente de misterio. Este edificio religioso se encuentra en esta ubicación desde hace más de 500 años.

En su origen fue un monasterio franciscano y, aunque ahora se encuentra sin techo y desprovisto de muchos de sus elementos originales, el estado del edificio es bastante aceptable y nos permite hacernos una idea fiel de toda su grandeza. 

Seguimos caminando y ante nosotros aparece una impresionante fortaleza: el Castillo de Ross. Construido en el siglo XV, se encuentra muy cerca de la ciudad de Killarney y en la actualidad alberga un hotel en el que poder alojarse. 

No cabe duda de que el Parque Nacional Killarney es un espacio natural muy especial en el que entre árboles, montañas, lagos, flores y cascadas nos van saliendo a nuestro paso pinceladas de historia, huellas del pasado que dotan al lugar de un plus de encanto.

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