¿Quieres vivir el misticismo de Piriápolis y la ‘osadía’ de Francisco Piria? ¿Te has planteado desaparecer en Pueblo Edén y disfrutar de la tranquilidad en plena naturaleza? ¿Sabías que existe un templo budista en Chagdud Gonpa de habla hispana? Estos tres tesoros se encuentran escondidos en el país austral a la espera de recibir a los curiosos que se atrevan a llegar a ellos.
“Enamórate de lo que haces”. Con esta máxima en mente, Fernando Juan Santiago Francisco María Piria de Grossi, más conocido como Francisco Piria, imaginó, planificó y fundó la ciudad de sus sueños, Piriápolis. ‘Acusado’ de masón, fue un auténtico adelantado a su tiempo, algo que plasmó por todos los rincones de su ciudad.
La energía que encierra esta urbe costera y su misticismo se pueden sentir en sus zonas más emblemáticas. Desde la fuente de Venus, en la que cuenta la leyenda que se pueden soltar las malas vibraciones del alma andando a su alrededor, hasta su castillo, el de Piria, un lugar en el que realizaba sus experimentos de alquimia.
Una ruta repleta de historias, sensaciones y sentimientos a flor de piel que se encuentra en el departamento de Maldonado, a tan solo 40 minutos de Punta del Este.
Pueblo Edén
A tan solo 40 kilómetros de Punta del Este se encuentra este oasis de clama y tranquilidad. Un pequeño pueblo en el que viven alrededor de 50 personas. Destacan entre sus encantos el Vivero ‘La Quinta’, propiedad de una argentina apasionada por la botánica que estará encantada de enseñar las utilidades gastronómicas, medicinales o decorativas de los ejemplares que posee.
En este lugar de ensueño también se puede realizar yoga terapéutico en Bansuri o disfrutar de artículos artesanales en Wayra, donde aseguran que tienen “el arte sin tiempo”.
Templo Budista Chagdud Gonpa
En las Sierras de Minas, a 400 metros de altura, hay un lugar muy especial en el que se encuentra el espacio para percibir la espiritualidad en estado puro. El único templo budista de habla hispana se encuentra en Chagdud Gonpa y en su interior se pueden encontrar pinturas nepalíes, vibrantes colores y una increíble arquitectura. Lo suficiente para sentir en lo más profundo del alma que uno está pisando suelo sagrado.
Alejado de los tópicos, la luminosidad es uno de los factores que más llaman la atención de este lugar ubicado en el departamento de Lavalleja, que junto con las energías con las que están dotadas las tierras en las que se levanta la construcción, es el sitio perfecto en el que perderse y conectar con uno mismo.
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