Nos espera un lugar de Croacia que ha sido pionero en ciertos aspectos culturales. Entre otros, en él se creó la primera universidad croata y nació el primer periódico del país. Sin duda, nuestro paseo promete.
Con permiso de la encantadora Dubrovnik, nos disponemos a descubrir una de las ciudades más bonitas de este territorio bañado por el Adriático. Estamos en Zadar, también llamada Zara, nombre con el que era conocida durante el dominio veneciano, urbe situada en el centro del país y de la que el reconocido director de cine Alfred Hitchcock dijo que ‘posee las puesta de sol más bella del mundo’.
Las calles de Zadar están repletas de monumentos y delicias arquitectónicas que dan testimonio de la interesante y ancestral historia del lugar. El gran símbolo de la ciudad es la iglesia de San Donato, quien en su día fue obispo de Zadar. La construcción data del siglo IX y se levantó sobre el antiguo Foro Romano de la población, por lo que en este edificio de singular forma cilíndrica pueden verse algunos restos e inscripciones dedicadas a dioses de la Roma antigua.
Vamos a encontrarnos con más iglesias a lo largo de nuestro paseo por Zadar, como el templo dedicado a San Elías o el convento de Santa María, monasterio de monjas benedictinas que alberga un museo de arte sacro.
El Foro romano, al que ya hemos hecho referencia, es otro de los puntos clave de la ciudad, un auténtico museo de historia al aire libre en el centro de Zadar. Puede verse parte de su superficie original y algunas columnas.
Nuestros pasos nos llevan ahora hasta la Catedral de Santa Anastasia, de estilo románico y la más grande de la región de Dalmacia. Comenzó su construcción en el siglo V, pero el actual edificio data del siglo XIII. Destaca su fachada espectacular con dos rosetones de diferentes tamaños. Esta maravilla arquitectónica es otro de los grandes atractivos de la ciudad.
Todo el casco antiguo de Zadar se encuentra rodeado de murallas que cuentan con diferentes puertas de acceso, un conjunto que cuenta con la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Terraferma es la puerta principal de la ciudad y una de las más bellas. En ella destaca la figura del León de San Marcos, el símbolo veneciano, detalle que nos señala de forma indiscutible a los autores de su construcción.
No olvidamos que nos encontramos en una ciudad vinculada al mar. Su paseo marítimo nos invita a un recorrido plácido mientras nos envuelve la refrescante maresía. En este punto nos encontramos con una de las grandes atracciones de Zadar: el Órgano de Mar, un paseo de bloques de piedra escalonados y con un mecanismo subterráneo repleto de tubos que emiten potentes sonidos, más o menos musicales, cuando el aire y el agua del Adriático impactan contra ellos. El mar es el artista que juega con las notas musicales de este instrumento natural.
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