En el corazón de un paisaje natural espectacular, las ruinas de la antigua ciudad de Palenque aparecen ante nosotros en un claro de la espesa jungla que alfombra el estado mexicano de Chiapas. Este incomparable paraje presenta su cara más enigmática con la atmósfera que crea la bruma de la mañana, como si quisiera recibir a cada nuevo día con un homenaje de niebla y misterio. El sonido de los monos y el zumbido de algunos insectos ponen la guinda al ambiente del lugar.
Esta ciudad maya floreció especialmente durante el siglo VII d.C., coincidiendo con el reinado de Pakal, alcanzando un alto desarrollo en el campo astronómico y matemático, con la utilización del calendario o con un completo sistema de escritura, entre otros interesantes aspectos.
Pakal fue un soberano maya muy precoz, ya que comenzó a gobernar esta zona de México a la corta edad de 12 años. Algunas inscripciones y dibujos encontrados en su tumba, en los que aparece Pakal manipulando lo que algunos identifican como una nave espacial, han dado argumentos a singulares teorías que señalan al monarca como el primer astronauta de la historia. Sin embargo, otras hipótesis basadas en la cultura maya hablan de que en realidad se trata del viaje del gobernante al inframundo como paso previo para renacer en otra vida.
La cámara funeraria de Pakal fue descubierta en el interior del Templo de las Inscripciones de Palenque por el arqueólogo mexicano Alberto Ruz en la década de los 50 del siglo pasado.
El Templo de las Inscripciones es uno de los edificios más interesantes del conjunto de esta antigua ciudad maya. Esta construcción piramidal escalonada está repleta de jeroglíficos que han ayudado a descifrar gran parte de la historia de la civilización maya.
Otro de los edificios destacados es el Palacio, conjunto de mayores dimensiones de la zona y construcción en cuyo centro surge una torre que vigilaba todo el entorno. En su interior existen numerosas salas que ocupaban el monarca, su familia y otras personas que gozaban de un elevado nivel social.
También llama la atención el conjunto formado por tres templos: el de la Cruz, el del Sol y el de la Cruz Foliada. De estas construcciones destaca especialmente el Templo del Sol. Se encuentra sobre una pirámide de cuatro cuerpos y está coronado por una crestería muy bien conservada. El lugar era especialmente utilizado para celebrar y honrar al monarca Pakal.
Sin duda alguna, un paseo por esta antigua ciudad maya es una aventura apasionante. Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, según afirman los especialistas, solo se ha desenterrado un 10% en este emplazamiento, por lo que podemos pensar que Palenque aún nos depara innumerables sorpresas.
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