Situada al norte del perfil de la península ibérica que está bañado por el Mediterráneo nos espera una localidad que despliega numerosos encantos paisajísticos y gastronómicos, además de variados atractivos culturales e históricos. Estamos en Tossa de Mar y vamos a saborear el disfrute que supone perderse en las bonitas callejuelas de su recinto amurallado, uno de los puntos de la localidad que reclama nuestra atención y que nos hará soñar con tiempos pretéritos.
Esta población cuenta con una gran tradición pesquera y con vocación marinera, raíces que aún perduran, aunque con el tiempo se han visto relegadas a un segundo plano tras abrirse las puertas del municipio a una actividad económica que ha ganado mayor importancia en la actualidad: el turismo. Tossa recibe todos los años a miles de visitantes ávidos de playa y de exquisita gastronomía mediterránea.
Buena parte de la culpa de tanta popularidad turística la tuvo la actriz Ava Gardner. Allá por la década de los 50 del siglo pasado, Tossa fue escenario del rodaje del film ‘Pandora y el holandés errante’. El paso de la artista por la población ayudó a dar proyección internacional a esta localidad, ubicada a poco más de media hora de coche de Girona. La figura de la actriz se evoca a través de una escultura, realizada en bronce y de tamaño natural, que se puede contemplar en el mirador de la Vila Vella, la zona antigua que se recoge dentro de la muralla medieval que enmarca a la población.
Los orígenes de este ‘paraíso azul’ -como solía denominarlo el pintor francés Marc Chagall- se remontan a época romana. Dan fe de ello los restos que se conservan de una de las villas más importantes de la antigua Tarraco, dedicada fundamentalmente al cultivo de la vid.
Volvemos al recinto amurallado de esta localidad de la Costa Brava. La magnífica muralla es el gran símbolo de la población. Su construcción se remonta al siglo XII y ha sido declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional. Las torres defensivas, perfectamente conservadas, nos invitan a la contemplación de una fascinante panorámica de todo el entorno, paisaje que incluye la bonita bahía de Tossa. El faro, ubicado en un punto elevado de la muralla, también nos invita a mirar y a deleitarnos con el espectacular panorama.
Además de pasear por la Vila Vella, Tossa posee otros rincones y espacios que bien merecen una visita. Es el caso de la nueva iglesia parroquial de San Vicente, un bello templo de estilo neoclásico en el centro de la localidad, o el paseo marítimo, lugar en el que se hace patente el gran vínculo que existe entre el mar y los tossenses.
Nuestro paseo por este municipio de la Costa Brava culmina regalándonos el placer de saborear algunos de los platos típicamente mediterráneos que se elaboran siguiendo la tradición local. Las gastronomía de Tossa sigue las costumbres marineras y se nutre especialmente de productos del mar. Buen ejemplo de ello es la iniciativa que desde hace algunos años se lleva a cabo en la población a lo largo de todo el mes de marzo. El acontecimiento culinario convierte al bacalao en ingrediente protagonista de las mesas de los numerosos restaurantes del lugar. El rico pescado se presenta de diferentes y sabrosas maneras, y su esencia nos acompaña como recuerdo más allá del momento de degustarlo.
Revista Viajes y Lugares
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