Orvieto, el pueblo de Umbría tan bello en la superficie como en su corazón subterráneo

Estamos en el corazón de Italia, en la región de Umbría, un territorio alfombrado de colinas, montañas y valles regados por el Tíber. Un lugar en el que aún quedan huellas de antiguos asentamientos etruscos. La belleza rural de esta región tiene una esencia mágica que nos invita al deleite y a la pausa. 

Nos dirigimos al encuentro con los más de 20.000 habitantes de una de las joyas de esta zona del territorio italiano. Queremos caminar por las vetustas calles de Orvieto, una localidad ubicada a unos 100 kilómetros de Roma que nos mira desde una colina que se eleva a más de 300 metros de altura sobre el nivel del mar.

Quizás nos dejamos llevar por nuestra pasión por el país de la bota cuando afirmamos que Italia siempre emociona. Orvieto no es una excepción. Llegamos a un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido. A partir de aquí, nuestro vehículo se queda fuera del paseo. Serán nuestros pasos los que nos guíen por las encantadoras callejuelas y pequeñas plazas de esta población.

La primera grata sorpresa salta a la vista. Imposible no ver y no dejarse fascinar por la maravillosa fachada salpicada de colores de la Catedral de Orvieto, una magnífica obra de arquitectura gótica que se remonta al siglo XIV. 

Los mosaicos realizados con intensos juegos cromáticos inundan de alegría al visitante. Este gran templo está dedicado a la Asunción de la Virgen María y también cuenta con un rico interior repleto de preciosos frescos. En él se encuentran las capillas del Santísimo Corporal y San Brizio. Las vidrieras proporcionan unos encantadores juegos de luz que crean un ambiente muy especial.

Seguimos nuestro paseo por el centro histórico de la población para contemplar la Torre del Moro y el Palacio de los Siete, nombre este último que hace referencia a los siete magistrados que desde allí representaban a los gremios y oficios artesanos de Orvieto en época medieval.

En la plaza de la República, junto al bello Palacio del Pueblo, construido en el siglo XII y actual sede del Ayuntamiento de la ciudad, se encuentra la iglesia de San Andrés y San Bartolomé, en la que destaca su alta torre campanario despuntando en este céntrico punto de Orvieto.

Ahora nos disponemos a descender a las profundidades, porque uno de los puntos clave de la localidad se encuentra a más de 60 metros bajo tierra. Nos referimos al Pozo de San Patricio, considerado una obra maestra de la ingeniería. Cuenta con numerosas ventanas que permiten el paso de la luz y con dos escaleras de caracol –de 248 escalones- que no se comunican entre ellas. Una nos invita a descender y la otra a subir a la superficie. Fue construido en el siglo XVI con la finalidad de proporcionar agua a la población en caso de catástrofe o asedio.

Lo cierto es que esta ciudad guarda tanta belleza bajo su suelo como en la superficie. La Orvieto subterránea, excavada desde hace siglos por antiguos moradores de este lugar de Italia, presenta sorpresas en forma de grutas, galerías o silos bajo las casas de su centro histórico. Se han llegado a localizar más de 1.000 lugares en las profundidades de este municipio que destacan por su patrimonio histórico y arqueológico.

No podemos abandonar Orvieto sin degustar algunas de las delicias de su gastronomía, platos enriquecidos por el excelente aceite de la zona y aromatizados por uno de los puntos fuertes del lugar: la trufa. 

Revista Viajes y Lugares