Pequeña ruta por tierras danesas. Del castillo de Egeskov a Odense

Nos dirigimos a la pequeña isla de Fionia, conocida como ‘el jardín de Dinamarca’ por su bella y cuidada naturaleza. Está repleta de verdes paisajes, extensiones floridas, árboles frutales, coquetos pueblos, caseríos y un buen número de castillos. 

Fionia está unida por el puente del Gran Belt a Selandia, la mayor isla y más cercana a Copenhague, y conectada a la península de Jutlandia por el Pequeño Belt. Esta isla está rodeada a su vez por otras más pequeñas que pueden descubrirse a través de bonitos paseos en barco. El lugar también invita a realizar rutas senderistas y largas caminatas para disfrutar del entorno.

En este punto de Dinamarca queremos descubrir uno de los castillos más atractivos de esta zona del territorio danés. Nos acercamos hasta Egeskov, un palacio renacentista rodeado de fosos. Este castillo del siglo XVI, magníficamente conservado, se encuentra construido sobre el agua y cuenta con preciosos jardines que presentan algunos sectores con juegos y columpios para los más pequeños. 

También quedaremos encantados con la contemplación de las numerosas esculturas y fuentes que se encuentran aquí, además de sus divertidos laberintos de setos, no aptos para aquellos que no disfrutan de un buen sentido de la orientación. Sin duda, el castillo de Egeskov está lleno de atractivos y puede visitarse casi al completo, exceptuando las estancias que ocupan sus actuales propietarios.

Esta construcción renacentista cuenta con diferentes exposiciones y colecciones privadas de vehículos antiguos. También se exhiben vestidos de época, trofeos y objetos traídos de otros países. Pero uno de los aspectos más encantadores de este lugar es su impresionante casa de muñecas, una joya construida por Sir Neville Wilkinson, un oficial del ejército británico, además de artista, cuya pequeña hija habló a su padre de que había visto hadas en el jardín de casa. Convencida de que aquellos minúsculos seres merecían una morada en condiciones, animó a su padre a construirles un palacio a su medida. Se bautizó como Palacio de Titania y fue creado en los inicios del siglo XX. 

A 30 kilómetros del castillo de Egeskov se encuentra Odense, la capital de la isla de Fionia. Con cerca de 200.000 habitantes, esta ciudad que cuenta con museos, zonas comerciales y rincones llenos de historia, presume de tener un hijo muy destacado: Hans Christian Andersen, el mundialmente conocido autor de cuentos infantiles y una de las figuras danesas más importantes.

Es imposible no percatarse de que nos encontramos en la cuna de Andersen, porque esta ciudad está repleta de esculturas que representan personajes de cuento. Además, visitar su casa natal es una cita ineludible si estamos en este punto de Dinamarca. Esta zona de la población también es muy buscada por los visitantes porque la ocupan coloridas casas de aspecto pintoresco que ofrecen una imagen alegre y agradable.

Saludando a personajes como ‘El soldadito de plomo’ o ‘El patito feo’, hemos llegado casi sin darnos cuenta al centro de la población, un núcleo pequeño que nos invita a un apacible paseo. Dos de los puntos clave son el edificio de su ayuntamiento y su magnífica catedral gótica, construida en el siglo XVI.

Acabamos nuestra ruta reponiendo fuerzas. La isla jardín de Dinamarca es un magnífico lugar para degustar la mejor gastronomía. Como sugerencia, es muy recomendable probar una de sus especialidades: su exquisito queso ahumado.

Revista Viajes y Lugares