Vík í Mýrdal: Islandia en estado puro

A una distancia de menos de 200 kilómetros de Reikiavik, nos encontramos con uno de esos parajes islandeses que juegan con el mar, los glaciares y los volcanes. Estamos en Vík í Mýrdal, Vík para los amigos, un pequeño pueblo al sur del país rodeado de preciosos y originales paisajes. ¡Así es Islandia: diferente, auténtica y muy original!

En el camino hacia nuestro destino, justo antes de alcanzarlo, nos sorprende la belleza de un arco de roca natural que se adentra en el mar. Su tamaño es tan grande que muchos barcos pueden navegar bajo él. 

Este lugar también es la morada habitual de diferentes tipos de aves que en estos acantilados son observadas por los visitantes. La más buscada es el simpático frailecillo, una pequeña palmípeda marina en la que destaca su colorido pico.

Es un placer acercarnos hasta este punto del planeta que guarda tantos tesoros naturales. Aquí nos reciben cerca de 300 amables habitantes acostumbrados a las frecuentes visitas de los viajeros. Residen en una encantadora y pequeña localidad en la que no vamos a encontrar concurridos centros comerciales o grandes zonas de ocio. Sin embargo, esta población islandesa cuenta con lo necesario para que nos sintamos cómodos y muy bien atendidos: comercios, alojamientos, cafés, estaciones de servicio…

Uno de los escenarios naturales que más llaman la atención de este lugar es su playa, considerada una de las más bonitas del mundo. Es un espectáculo fascinante ver su arena negra y las enormes rocas que se alzan en medio del paisaje acaparando todas las miradas.

La localidad cuenta con una iglesia de madera que presenta una elevada torre y un llamativo tejado de color rojo. Su aspecto es casi de cuento y se encuentra en lo alto de una pequeña montaña dominando el paisaje. 

Junto a Vík encontramos otro escenario natural que nos deja con la boca abierta. Son las increíbles y enormes columnas negras de basalto modeladas por el mar, elementos naturales nacidos de lava enfriada bruscamente. Son grandes bloques verticales que parecen apilados y olvidados por algún gigante que pasaba por allí. 

Muy cerca de Vík se encuentra el glaciar Vatnajokull, uno de los más grandes de Europa, una auténtica maravilla que no nos dejará indiferentes. Esta gruesa capa de hielo alberga una impresionante cadena de volcanes, por lo que habrá que andarse con cuidado con los cambios de humor de la naturaleza por este territorio. El glaciar ocupa cerca de 8.000 kilómetros cuadrados. 

Islandia es un país que aparece en los rankings como el más seguro del mundo, el más limpio del mundo, el más pacífico del mundo y uno de los más felices del mundo, y Vík í Mýrdal, la localidad más sureña de este afortunado rincón del planeta, es sin duda una parada obligada y totalmente recomendable para todos aquellos que tengan la suerte de recalar en este territorio. 

Revista Viajes y Lugares