Chambord, el castillo de las salamandras y la escalera de Leonardo da Vinci

Nos acercamos a la región central del Valle del Loira, una zona de Francia que destaca por un paisaje en el que los castillos son elementos habituales. Entre ellos se encuentra nuestro protagonista en este viaje: el castillo de Chambord.

El mayor castillo del Loira es un magnífico edificio renacentista que destaca por su aspecto elegante y grandioso. No cabe duda de que se trata del caro capricho de un rey: Francisco I. El monarca ordenó su construcción en el siglo XVI únicamente como símbolo de poder y prestigio, porque en esa época el carácter defensivo de este tipo de fortalezas había perdido todo su sentido.

La construcción resultó carísima, ya que Francisco I no escatimó en gastos para que su chalet real fuera despampanante. Cada vez que los fondos escaseaban ordenaba subir impuestos con el fin de seguir creando el majestuoso edificio.

El castillo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, dispone de un sólido muro que lo rodea sin ninguna intención defensiva. Su cometido era mantener bien cercados a los animales que salía a cazar el monarca.

Más de 400 habitaciones, casi 300 chimeneas, numerosas escaleras… Hablando de escaleras, Chambord cuenta con una escalera central con doble hélice que es la gran atracción del lugar. Con un ingenioso diseño, a través de ella se accede a todas las habitaciones de la zona central del palacio. Esta obra maestra se atribuye al mismísimo Leonardo da Vinci, que en ese tiempo se encontraba al servicio del rey.

Más nos vale sentir simpatía por las salamandras si queremos recorrer el castillo de Chambord. Estos pequeños anfibios de patas cortas y cola larga están por todas partes, aunque solo en forma de moldura o de escultura. Este animalito, que en la Edad Media se consideraba una figura mágica por su resistencia a los elementos, era el gran emblema del rey Francisco I y aparece esculpido más 300 veces en su palacio.

Otro de los encantos de Chambord son los jardines que lo rodean. Está considerado el parque cerrado más grande de Europa y catalogado como reserva natural por su fauna, sus tierras agrícolas, sus praderas, su zona arbolada…

Revista Viajes y Lugares