A la hora de hacer la maleta para una escapada de fin de semana aparece un problema que para la mayoría de las personas desencadena en un proceso en el que se comienza a llenar el equipaje de una forma caótica y sin sentido: ¿qué meter para no pasarse y no quedarse corto? El "packing master" del hotel Royal Hideaway Formentor, un maestro que se encarga de organizar cuidadosamente las pertenencias de los huéspedes y dejarlas listas para su vuelta a casa, revela tres sencillos trucos para que lleves solo lo que necesitas (y en orden).
Calzado versátil. Los zapatos suelen ser los principales causantes del exceso de equipaje, por lo que antes de meter un par para cada día es necesario hacer un ejercicio de análisis y pensar cuáles son los que más se han utilizado en anteriores escapadas. Además, el experto apunta que es importante colocarlos lo primero, en los laterales y en bolsas individuales, ya que ocupan mucho menos y se pueden aprovechar los huecos para esconder complementos o pequeños recuerdos que seguro compraremos en el lugar de destino.
Neceser pequeño. Puede parecer que no cabe casi nada pero, la realidad es que después no se necesita llevar tantos productos. En la mayoría de los hoteles se proporcionan todos los artículos de higiene y aseo necesarios para toda la estancia. Para saber qué vas a echar en falta, recomendamos llamar al alojamiento para corroborar qué servicios ofrece en este sentido e introducir solo lo necesario como maquillaje o cosméticos específicos (siempre en formato travel). Además, recomienda poner la bolsa de aseo justo después de los zapatos al fondo de la maleta y de una pieza.
Analiza tus outfits. Antes de comenzar a meter prendas de todo tipo dentro de la maleta es importante tomarse un tiempo para pensar cuantos días se pasarán fuera, los planes que se van a llevar a cabo, y planear un look concreto para cada momento. Esto, además de ahorrar tiempo durante el viaje, economiza mucho el espacio de equipaje. Cuando esté claro debe introducirse todo siguiendo este orden: calcetines, ropa interior y accesorios pequeños enrollados en los huecos entre los zapatos y el neceser hasta conseguir una superficie plana, toda la ropa doblada y recién planchada, y por último los cinturones estirados bordeando el resto de pertenencias de la maleta (como si fueran unas correas de sujeción).
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