Las bicicletas son para el verano, reza el título de una famosa obra teatral… pero también para el otoño. Porque practicar cicloturismo es uno de los grandes atractivos que ofrece Castellón de la Plana en esta estación del año. Nueve rutas perfectamente señalizadas y adaptadas a todas las condiciones físicas, entre 6 y 25 kilómetros, permiten descubrir y disfrutar del maravilloso entorno natural, sembrado de ermitas, que envuelve esta capital mediterránea.
A su patrimonio cultural y su sabrosa gastronomía, dos de sus principales señas de identidad turísticas, Castellón de la Plana añade una tercera: la naturaleza. El devenir histórico le hizo bajar de la montaña al llano, para estar más cerca del mar, y esa majestuosa Plana sembrada de matices y salpicada de ermitas es la que la arropa.
Para descubrirla, además de rutas senderistas que invitan al sosegado paseo hay otras para los aficionados a la bicicleta, ideales para compartir en familia, en pareja o con amigos durante el otoño, la estación de la melancolía y la explosión cromática, que le da a la naturaleza ese colorido tan especial.
Los amantes del cicloturismo disponen en el entorno municipal de Castellón de hasta nueve rutas perfectamente señalizadas y con una serie de equipamientos y servicios de apoyo complementarios donde tanto debutantes como expertos pueden dar rienda suelta a su pasión por el pedal. Comprenden entre los 6 y los 25 kilómetros, la mayoría transcurren por zonas agrícolas, y todas comienzan y acaban en el mismo punto: el Parque dels Jocs Tradicionals.
Ruta 1: Sant Roc de Canet – Lledó. Apta para toda la familia, consta de 7,5 kilómetros y permite visitar dos de los puntos más emblemáticos de Castellón. Uno es la Basílica del Lledó, templo neoclásico del siglo XVIII que cobija la imagen de la patrona de la ciudad. Y el otro, la ermita de Sant Roc de Canet, antigua masía del siglo XVII reconvertida en iglesia y parada obligatoria en la Romería de La Magdalena. La duración estimada es de 40 minutos.
Ruta 2: Parque del Meridiano – Marjalería. Un recorrido de 15 kilómetros que discurre por el margen derecho del río Seco, el camino Donacioneta y el Parque del Meridiano, que señala el punto en la ciudad donde pasa el Meridiano de Greenwich y el Paralelo 40. El trayecto transcurre por terrenos que acogían plantaciones de arroz y acequias tradicionales. El tiempo calculado es de 1 hora.
Ruta 3: Semillar – Molí de la Font. Sus 13 kilómetros llevan por los caminos del Semillar, antigua zona de plantaciones de arroz, pasando por las ermitas de Sant Roc de la Donació y Lledonera, hasta el Molí de la Font de la Reina, antiguo manantial de agua dulce, y la ermita de Sant Francesc de la Font, del siglo XVIII, por el margen del río Seco. La duración es de 1 hora.
Ruta 4: Ermitas del Caminàs Sud. Un periplo de 16,5 kilómetros que permite conocer exteriormente las ermitas de Sant Isidre de Censal, Sant Josep de Censal y Sant Jaume de Fadrell. Esta última es la más antigua de Castellón, ya que fue una antigua alquería musulmana. Los restos arqueológicos de una villa romana son otro gran aliciente de esta senda que se recorre en 1 hora y 15 minutos.
Ruta 5: Río Seco y la huerta. Para iniciarse en el mountain bike. Es la más corta, con apenas 6 kilómetros que pueden realizarse en 35 minutos. Atraviesa la Ronda Norte y circula por los márgenes del río Seco, adentrándose por un camino de tierra utilizado aún para labores agrícolas, junto a la acequia Mayor.
Ruta 6: Fadrell – Salto de la Núvia. Sus 20 kilómetros de recorrido acercan a algunos de los puntos más desconocidos del sur de Castellón, descubriendo la ermita de Sant Isidre de Censal, Sant Jaume de Fadrell, el antiguo Molí y el Salto de la Núvia, para continuar por el camino de los molinos. La ruta, de 1 hora y media, regresa por la Ronda Este, circulando por el carril bici.
Ruta 7: Camino del Canal y l’Enramada. De dificultad media, consta de 17 kilómetros por diferentes caminos hacia el oeste. Pasa por el antiguo acuartelamiento militar de Tetuán XIV, cruza la AP-7 por una tubería de desagüe y sube por una senda de piedra hasta el camino del canal del pantano de María Cristina. La ruta prosigue por el camino de la Ralla de Borriol, su punto más alto, para continuar por l’Enramada hasta el carril bici del nuevo puente. La duración estimada es de 1 hora y 15 minutos.
Ruta 8: Font de la Salut – La Magdalena. Para un nivel alto de mountain bikers, es la más larga, 25 kilómetros y unas 2 horas y 15 minutos de duración, que arrancan con la subida al polideportivo ‘Chencho’ para cruzar luego el barranco de l’Algepsar pasando por la ermita de la Font de la Salut. Lo más bello de la misma es, sin duda, el paso por la ermita de La Magdalena, donde se gestó Castellón, disfrutando del Desierto de las Palmas. El tramo final transcurre por la antigua vía del tren, hasta el carril bici de la autovía Castellón-Benicàssim.
Ruta 9: Depósito Verde – El Collet. La más difícil, para bikers de alto nivel, físico y técnico. Sus 20 kilómetros, con un desnivel acumulado de 550 metros, transcurren entre empinadas subidas, descensos vertiginosos e incluso algún tramo a pie, pasando por el Depósito Verde y el Collet. Pero el final se suaviza por sendas sin dificultad, para relajar la musculatura y disfrutar del paisaje. El tiempo estimado es de unas 2 horas.
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