A poco más de 13 de kilómetros al norte de Kuala Lumpur, en Malasia, se encuentra uno de los santuarios hindúes más carismáticos y populares fuera de la India. Estamos en uno de los grandes símbolos del país, un lugar de culto y peregrinación que recibe cientos de visitas todos los días. Hablamos de las Cuevas de Batu, un lugar impactante y cargado de misticismo.
Estas cuevas naturales, algunas de las cuales cuentan con más de 400 millones de años de antigüedad, fueron descubiertas por un importante zoólogo norteamericano en la segunda mitad del siglo XIX.
Una gran estatua dorada del dios Murugan nos da la bienvenida a este complejo de cavernas-templo ambientado con grandes y pequeñas imágenes esculturales. Murugan es una deidad que cuenta con muchos devotos. Es hijo del dios Shiva y se le conoce como protector ante enemigos y problemas legales, que no es poca cosa.
Tras la imponente silueta de Murugan, de más de 40 metros de altura, nos encontramos con una gran escalera que pone a prueba nuestra forma física con sus 272 escalones. Hemos de animarnos a subirlos si queremos llegar hasta la cueva principal, situada a 100 metros de altura. En ella nos envolverá el aroma a incienso mientras nos recreamos con la panorámica que desde allí se alcanza. Incluso se llegan a ver a lo lejos las famosas Torres Petronas.
Existe todo un entramado de cavernas-templo de menor tamaño en todo el recinto cuya visita resulta muy interesante. A lo largo de nuestro camino contamos con la compañía de unos residentes habituales del santuario: los monos. Están por todas partes y se saben los dueños del lugar. Tienen un carácter muy territorial y son animales de movimientos ágiles y rápidos de los que se sirven para apropiarse de la comida ajena con una habilidad increíble. Sin duda, estamos en un lugar único en el mundo, cuestión que también se ve reflejada en la flora y fauna autóctona que posee.
Las Cuevas de Batu son el escenario habitual de festivales religiosos y ofrendas que convocan a miles de fieles todos los años. Interesa saber que es conveniente llevar ropa discreta para acceder a los principales templos de este fascinante lugar.
Revista Viajes y Lugares
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