Cataratas de Multnomah
Recibe más de 2 millones de visitas cada año y es la cascada más alta del estado de Oregón, en Estados Unidos. La zona cuenta con un centro de visitantes, tienda de recuerdos y un restaurante, por lo que todo está dispuesto para que nos animemos a visitar este paraje espectacular.
Existe una triste leyenda protagonizada por nativos americanos que está asociada a este rincón de postal. Se cuenta que el jefe de la tribu Multnomah tuvo una preciosa hija a la que quería muchísimo, por lo que quiso asegurarse de darle un buen marido. El elegido fue un joven jefe de la tribu vecina. Cuando las celebraciones de boda estaban en marcha, una terrible enfermedad afectó a muchos de los habitantes provocando su muerte.
Convocado el consejo de mayores de la tribu para buscar una solución, todos coincidieron en que una joven doncella debía ser sacrificada, por lo que la hija del jefe decidió lanzarse desde la elevada cascada y salvar así al resto de la tribu.
Iglesia de San Olaf
Esta preciosa iglesia se encuentra en el centro histórico de Tallin, la capital de Estonia. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un placer perderse en las calles de esta pequeña y encantadora ciudad.
La torre de San Olaf cuenta con 124 metros de altura, detalle que nos lleva al origen de la leyenda que envuelve a este edificio, ya que los nobles de la ciudad proyectaron construir una iglesia con la torre más alta del mundo con el fin de atraer a muchos comerciantes a la población. Para realizar el edificio necesitaban un maestro de obras, pero no encontraban candidatos porque todos pedían una elevada e inasumible suma de dinero.
Un misterioso constructor aceptó el encargo bajo una condición: si adivinaban su nombre renunciaría a cobrar por su trabajo. Nadie conocía al extraño y parecía imposible saber cómo se llamaba hasta que un día, localizada la casa del maestro de obras, escucharon a una mujer que desde el interior le contaba a su hijo que su padre, Olaf, volvería pronto a casa con mucho dinero. ¡Ahora ya conocían su nombre!
Se acercaron a la obra y, cuando el constructor se encontraba en lo más alto de la torre, gritaron su nombre. Al escucharlo, Olaf perdió el equilibrio y cayó al vacío. De su boca salieron un sapo y una culebra, por lo que se supo que en la construcción del edificio intervinieron fuerzas oscuras.
La Abadía de Glastonbury
Glastonbury, situada en el Condado de Somerset, al sudoeste de Inglaterra, es una tierra de leyenda que nos relata historias sobre el Santo Grial y el Rey Arturo y sus famosos caballeros de la Mesa Redonda.
Aquí nos encontramos un imponente edificio cristiano: la Abadía de Glastonbury. Según cuenta la leyenda, se atribuye la fundación de la espectacular Abadía de Santa María en Glastonbury a José de Arimatea, el personaje bíblico que según los evangelios cedió su tumba a Jesucristo. Sin embargo, aunque es la teoría más difundida, se piensa que en realidad fueron los monjes del monasterio los que inventaron esta leyenda para dar trascendencia histórica a los orígenes del convento. Según estos mismos monjes, también fue José de Arimatea quien escondió en los alrededores de la abadía el Santo Grial.
Las líneas de Nazca
En el desierto de la ciudad peruana de Nazca el ambiente de misterio es todo un clásico desde que se sobrevoló la zona en avión y se divisaron unas enormes líneas representando diferentes figuras geométricas, animales y plantas.
Estos enigmáticos dibujos en la tierra, cuyo origen sigue siendo un misterio, están protegidos por su consideración como Patrimonio de la Humanidad. Los dibujos solo pueden distinguirse desde las alturas y se cree que muchos de ellos tienen más de 2.000 años de antigüedad. Asombra la perfección con la que están realizados y el hecho de que algunos de ellos ocupan un área de varios kilómetros. Estas características han dado lugar a todo tipo de teorías y leyendas en torno al origen de estas impactantes y peculiares obras de arte sobre el desértico suelo.
La Cruz de la Victoria de la catedral de Oviedo
Esta cruz, también conocida como Cruz de Pelayo, se encuentra custodiada en la Cámara Santa de la cateral gótica de San Salvador de Oviedo, en el Principado de Asturias. Fue donada por el rey Alfonso III el Magno en el año 908 y está cubierta con oro y pedrerías.
Según cuenta la leyenda, en el interior y bajo todos los ornamentos se encuentra la auténtica cruz de madera que Don Pelayo, el primer monarca del Reino de Asturias, utilizó en la famosa batalla de Covadonga, acción bélica que se desarrolló en este paraje próximo a la localidad de Cangas de Onís.
Revista Viajes y Lugares
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