Vietnam es un país que fascina al visitante. Hasta este punto del planeta llegan viajeros de todo el mundo a la búsqueda de sus increíbles playas y su exotismo. Este destino del Sudeste Asiático sorprende y cautiva con sus asombrosos paisajes, la actividad de sus ciudades, su cultura…
Sin embargo, existe un Vietnam que es menos conocido debido a que en raras ocasiones figura en las rutas turísticas habituales. Para descubrirlo hemos de dirigir nuestros pasos hacia el norte del país. Allí, cerca de la frontera con China, se encuentra la provincia de Ha Giang, un lugar que aún permanece libre del impacto del turismo de masas y que parece haberse detenido en el tiempo.
En este territorio habitan gentes sencillas y amables que, casi en su totalidad, pertenecen a diferentes minorías étnicas con su propia cultura y tradiciones. El entorno es otro de los puntos fuertes de esta zona de Vietnam. En esta provincia se encuentra la meseta de Dong Van, declarada Geoparque Mundial por la UNESCO. Este espacio natural, de una belleza impresionante, nos regala paisajes de bosques espectaculares, montañas calizas y rocas escarpadas.
En esta zona del país encontramos nuestro destino. Buscamos la belleza de las innumerables terrazas de arroz de Ha Giang, unas plantaciones que otorgan al paisaje un aspecto casi pictórico, como una obra de arte viva.
El cultivo de este cereal es una práctica habitual entre la población de esta provincia vietnamita. La hermosa imagen de estos campos va cambiando dependiendo del momento en el que se encuentra el sembrado.
En un primer momento el agua es conducida a los arrozales desde algunos arroyos, creando con la luz natural un juego de reflejos que encandila. También el agua de la lluvia suele colaborar con esta labor. Cuando la tierra absorbe el líquido que se instaló en la superficie comienza el arado y se planta el arroz. Más tarde, el color verde intenso de las terrazas ya cultivadas nos regala un aspecto absolutamente encantador.
Una de las formas más aconsejables y habituales de recorrer la bella provincia de Ha Giang y explorar todas sus comunidades y pueblos, visitar sus pintorescos mercados y degustar su particular gastronomía es en motocicleta. Es fácil conseguir una de alquiler y nos proporciona libertad de movimiento por este territorio vietnamita todavía poco masificado y muy auténtico.
Revista Viajes y Lugares
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