Predjama, la fortaleza eslovena construida en la boca de una cueva

Existen castillos, palacios y fortalezas absolutamente fascinantes en el mundo. Sin embargo, pocos exhiben una ubicación tan espectacular como la del Castillo de Predjama, al sudoeste de Eslovenia y uno de los más famosos de este país lleno de atractivos.

A menos de diez kilómetros de la localidad de Postojna, esta imponente construcción se encuentra encaramada en la montaña y ante un precipicio de más de cien metros de altura. La boca de la cueva parece que quisiera engullir la estructura de este castillo de apariencia inexpugnable y uno de los más visitados de todo el territorio esloveno. Su imagen actual data del siglo XVI, aunque se asienta en el mismo lugar en el que se alzaba la construcción original iniciada en el siglo XIII.

La fortaleza está envuelta en leyendas, pero destacan especialmente las protagonizadas por el noble caballero medieval Erasmo Lueger, conocido popularmente como el Robin Hood de Eslovenia, ya que solía robar a los más ricos y entregaba el botín a los necesitados. Lueger se refugió en su inaccesible castillo de macizos muros para huir de sus perseguidores. Conocedor de todos los recovecos del lugar, entraba y salía de la fortaleza a través de uno de los túneles secretos que comunicaban la cueva con el exterior. El castillo fue cercado durante meses y, aunque la fortaleza resistió los asedios a los que fue sometida, Lueger, traicionado por uno de sus servidores, fue finalmente alcanzado por una bala de cañón.

Según se cuenta, el noble caballero se encuentra enterrado en el mismo lugar en el que actualmente está el aparcamiento que ocupan los automóviles de quienes se acercan a visitar el Castillo de Predjama.

Otro de los atractivos que ofrece la zona es la Cueva de Postojna, un tesoro geológico con increíbles y espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas iluminadas, dispuestas a lo largo de un entramado de pasillos y galerías de más de veinte kilómetros. La cueva es tan larga que también dispone de un pequeño tren que nos ayuda a recorrer parte de su longitud.

Este lugar también cuenta con una especie de sala de conciertos, una gran habitación de roca donde la acústica es excepcional, en la que suelen celebrarse periódicamente conciertos de música clásica, creándose un ambiente emocionante e indescriptible.

Cuando paseamos por este mundo subterráneo fascinante hemos de saber que no estamos solos. Nos acompañan cerca de cien especies diferentes de animales para los que la cueva representa su hogar permanente. Es decir, somos los invitados a un lugar que ya tiene sus moradores. Entre ellos destaca una especie rarísima de dragón ciego, con forma de pequeña salamandra, que únicamente se encuentra en estas grutas eslovenas. Se trata del anfibio conocido como Proteo, el llamado pez humano de Eslovenia.

No cabe duda de que el conjunto que forman el Castillo de Predjama y la Cueva de Postojna supone un atractivo motivo para acercarnos hasta este punto de Eslovenia que también puede presumir de un entorno natural excepcional.

Revista Viajes y Lugares