Dispuestos a recorrer encantadoras calles empedradas, a caminar entre casas de intensos colores y a disfrutar de buenos vinos, nuestros pasos nos llevan hasta Colmar, la conocida como capital vinícola de Alsacia, cerca de la frontera con Alemania.
Con un rico patrimonio histórico y cultural, esta pequeña ciudad de Francia, situada junto al Rin, nos recibe mostrándonos su fascinante casco antiguo, donde estilos como el gótico alemán y el renacentista inundan el paisaje. Las casas con balcones de madera repletos de flores le ponen la guinda a la belleza del entorno.
Es una ciudad que enamorará a los espíritus más sensibles, porque todo en ella tiene algo de fascinante. Su Pequeña Venecia es un buen ejemplo. Esta zona de Colmar es una de las más hermosas y cuenta con un laberinto de canales que la convierten en uno de los lugares más románticos de toda la población.
Pero antes de adentrarnos en el núcleo antiguo, hemos de saber que la entrada a la ciudad ya nos depara la primera sorpresa. Allí nos encontramos con una réplica, de considerable tamaño, de la famosa Estatua de la Libertad, uno de los grandes símbolos de los Estados Unidos, país al que llegó como regalo de los franceses para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia norteamericana y como gesto de amistad entre ambas naciones.
El motivo de la presencia de la réplica de la conocida estatua en la localidad alsaciana es que estamos caminando por la ciudad en la que nació el autor de la original: el escultor Frédéric Auguste Bartholdi, cuya casa natal es actualmente un museo dedicado a él.
El Museo Bartholdi alberga una importante colección de obras, dibujos, bocetos y fotografías del artista. En el precioso patio exterior de la casa podemos contemplar una de sus esculturas en bronce, la llamada “Los grandes pilares del mundo. Justicia, trabajo y patria”.
No es el único museo que vamos a poder disfrutar en Colmar. El Museo Unterlinden es otro de los interesantes espacios que nos ofrece la ciudad. Resultará especialmente atractivo a los apasionados de la cultura.
Seguimos descubriendo los encantos de este punto de Francia y nos acercamos, ahora sí, al centro de la población para encontrarnos con la Colegiata de San Martín, de estilo gótico y una de las más impresionantes de Alsacia. Data del siglo XIII y está siempre rodeada de un agradable ambiente festivo gracias a las terrazas y los restaurantes de la zona.
Otro de los lugares de interés de Colmar es la Casa Pfister, considerada Monumento Histórico y uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. De estilo renacentista, está construida con madera y piedra. En ella pueden verse algunas pinturas decorativas que representan escenas bíblicas.
También nos llamará la atención la Casa de las Cabezas, edificio histórico del siglo XVII reconvertido en hotel. Debe su nombre a las numerosas cabezas que decoran su fachada.
Llegados a este punto, queda claro que en Colmar hay mucho que ver, pero también existen muchas actividades para disfrutar de nuestra visita. Recordemos que nos encontramos en una pintoresca ciudad reconocida como la capital del vino de Alsacia, motivo por el que se han creado unas interesantes rutas que nos llevarán por senderos vinícolas que discurren entre viñas y rodeados de un magnífico paisaje. Además, otras opciones que ofrece la ciudad son sus pequeños paseos en barca o en calesa, una forma diferente de disfrutar de esta bonita población de Francia.
Revista Viajes y Lugares
Es una maravilla contemplar en el post la belleza de una réplica de la Estatua de la Libertad. Reconozco que no sabía que había más estatuas similares por todo el mundo y me ha sorprendido encontrarme con esta web
que explica la existencia de estas réplicas, cada una de una manera.Es una maravilla contemplar en el post la belleza de una réplica de la Estatua de la Libertad. Reconozco que no sabía que había más estatuas similares por todo el mundo y me ha sorprendido encontrarme con esta web
que explica la existencia de estas réplicas, cada una de una manera.
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