Suele pasar que la mera contemplación de una cascada ya provoca una agradable sensación refrescante. Quizás encontrar esa frescura que nos ayuda a alejar el sofocante calor sea el motivo que nos anima a escribir sobre ellas y a recorrer algunas de las más bellas del mundo. Aunque, no nos engañemos, lo que a todos nos gustaría es pisar terreno y disfrutarlas en vivo.
Visitar cataratas y cascadas siempre es un plan perfecto que nunca decepciona. El paisaje visual y sonoro es impresionante. La naturaleza nos inunda y la sensación de libertad es indescriptible. El planeta está repleto de ellas y aquí vamos a pasear por algunas.
Cascada de Pongour. Vietnam
Este enclave de indudable belleza se encuentra a escasos kilómetros de la ciudad de Da Lat, una población turística que goza de un entorno natural espectacular con bosques, lagos y cascadas. La de Pongour es una de las más populares y hasta ella se acercan cada año miles de personas para celebrar las fiestas del mes lunar. Considerada la más bella de toda la zona, alcanza una altura de treinta metros.
Cascada de Seljalandsfoss. Islandia
Estamos en una tierra rica en naturaleza y son numerosas las cascadas que nos van saliendo al paso en este país sorprendente. Situada al sur de Islandia, la de Seljalandsfoss es una de sus joyas. Alcanza cerca de sesenta metros de altura y uno de sus grandes atractivos es que ofrece la posibilidad de situarse tras el gran salto de agua y ver cómo impacta contra el suelo. La emoción está asegurada.
Cataratas Victoria. Zambia y Zimbaue
Situadas en la frontera entre Zambia y Zimbabue, alcanzan una altura de algo más de cien metros y una anchura de casi dos kilómetros. El explorador escocés David Livingstone llegó al lugar en 1855 y bautizó a este gran salto de agua con el nombre de Victoria en honor a la Reina de Inglaterra. Estas bellísimas cataratas han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y cuentan con el sello de ser una de las Siete Maravillas del Mundo.
Salto Yosemite. Estados Unidos
Este salto de agua espectacular se encuentra en el Parque Nacional Yosemite, en California. Con más de setecientos metros de altura, es la catarata más alta de esta parte de Norteamérica y una de las más altas del mundo. Además de por sus cascadas, el Parque Nacional Yosemite es también conocido por su enormes secuoyas, magníficos árboles gigantes que son otro de los grandes atractivos de este punto del país americano.
Cataratas del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. Croacia
Declarado Patrimonio Natural por la UNESCO y con cerca de treinta mil hectáreas de exuberante naturaleza, este parque croata es un auténtico paraíso para los amantes de las cataratas. Podemos visitarlas de diferentes maneras y existen todo tipo de instalaciones para facilitarnos la tarea: barco eléctrico, tren, restaurantes, parkings… Incluso podemos llevarnos a nuestra mascota a esta excursión en la que el agua es protagonista.
Cascada de Ézaro. España
Situada en la provincia de A Coruña, en la conocida como Costa da Morte, esta bellísima cascada tiene la peculiaridad de ser la única de Europa que desemboca en el mar. Sobre ella se encuentra un mirador que nos ofrece unas vistas espectaculares del entorno. Además, durante los meses de verano, de junio a septiembre, la cascada disfruta de una iluminación nocturna que nos ofrece una postal impresionante.
Cataratas del Iguazú. Brasil y Argentina
Esta joya, compartida por Brasil y Argentina, es una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Situadas en el Parque Nacional Iguazú, son un espectáculo único que se formó hace más de doscientos mil años. Están formadas por numerosos saltos de agua, de hasta ochenta metros de altura, a lo largo de cerca de cuatro kilómetros de ancho. Además de impactarnos su fascinante y potente imagen, también nos sentiremos impresionados por el abrumador sonido que producen los miles y miles de litros de agua que caen por segundo.
Cataratas del Niágara. Canadá y Estados Unidos
Probablemente, estamos ante las cataratas más conocidas y populares de esta pequeña selección. Una vez más el cine y la televisión han conseguido que un paisaje nos resulte familiar a todos. De hecho, son un auténtico reclamo turístico que visitan miles de personas todos los días, algo que no nos extraña, porque estamos ante uno de los espectáculos naturales más bellos de Norteamérica. Su nombre significa “Trueno de agua”, en referencia al sonido producido por los casi tres mil metros cúbicos de agua que caen por los cincuenta y cuatro metros de altura de estas cascadas.
Una de las actividades más emocionantes que podemos realizar en las Cataratas del Niágara es embarcarnos en el pequeño crucero que nos acerca hasta los mismísimos pies de las majestuosas cascadas, ¡una aventura apasionante que nos dejará sin respiración!
Revista Viajes y Lugares
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